Vicky Heurtematte de Roux:

‘Sueño con un Panamá en el que las mujeres tengan más oportunidades y menos obstáculos’

Actualizado
  • 26/04/2024 06:09
Creado
  • 24/04/2024 11:45
La atleta y empresaria conversó con MÍA sobre el rol de la primera dama, los planes que tiene para el país de llegar a ocupar la posición, y de su matrimonio con el político

La equitación llegó a la vida de Victoria ‘Vicky’ Heurtematte de Roux a los nueve años, y desde entonces ha sido un deporte con muchas enseñanzas que no ha podido soltar. “Los caballos han sido una parte muy importante de mi vida en diferentes etapas y sin duda han sido una compañía y una escuela que hasta ahora no abandono”, explicó a MÍA desde la sala de su hogar.

Como atleta ha ganado distintos reconocimientos, como una medalla de oro y una de plata el año pasado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que la clasificaron para los Juegos Panamericanos y la mantuvieron cerca de tener un cupo en las Olimpiadas.

Vicky actualmente acompaña a su esposo y candidato a la Presidencia, Rómulo Roux, en su campaña con el partido Cambio Democrático. Reconoce que de llegar a ser la futura primera dama de Panamá, posee una responsabilidad enorme con el país, sobre todo las mujeres y la población más vulnerable. Conversó desde su hogar con revista MÍA sobre las metas que tiene de llegar a ocupar el cargo, los sueños que desea cumplir para Panamá al igual que la relación de 10 años que mantiene con su pareja.

¿Cómo fue ese primer encuentro entre Rómulo y Vicky, y qué fue lo que le enamoró de su esposo?

Nos conocimos hace 12 años en una fiesta de mi hermana cuando trabajaba para él. Después tuvimos una relación, nos casamos, y como yo siempre digo, él me pidió la mano un domingo y dos días después se postuló en las primarias de 2013. Nuestro matrimonio ha estado siempre muy marcado por el tema de la política.

¿Qué consejos le han ayudado en su matrimonio?

El matrimonio es difícil y cuando llegan los hijos, es un reto adicional. Muchas veces tenemos diferencias en temas de crianza, pero lo más importante ha sido comunicarnos, respetarnos y apoyarnos. Como pareja sabemos que cada quien es un individuo con sus propios sueños y proyectos, y aunque existe una vida compartida, cada persona tiene el derecho de trabajar en sus ideas personales.

Y si pudiese mencionar alguna manía de su esposo que le moleste, ¿cuál sería?

Que es un poco impaciente. Y que cuando tiene hambre se pone de mal humor.

Pensando sin límites y aunque parezca utópico, ¿cuál es el Panamá con el que sueña Vicky?

Yo sueño con un Panamá en el que las mujeres tengan más oportunidades y menos obstáculos. Me imagino un Panamá con educación de calidad, un sistema de salud avanzado en el que los panameños no tengan que escoger si comprar medicamentos, comida o útiles.

Deseo un Panamá limpio, con una población dispuesta a mantenerlo así y con un país lleno de oportunidades para todos.

Te diría que lo más importante es un Panamá de gente feliz, tolerante, donde se respeten las diferentes posiciones de cada uno, de gente educada, sana y feliz.

Comentó que a los dos días de haberle propuesto matrimonio su esposo se postuló a las primarias y que su relación oficial con él fue dentro de la política. ¿Qué conocimientos ha tenido Vicky en el presente que quizá no tenía entonces?

Siento que era bastante ingenua en muchas cosas. Ha sido un camino de muchas lecciones que me ha permitido conocer personas increíbles, evidenciar a fondo los problemas de nuestro país, visitar rincones que quizá de otra manera no hubiera podido llegar y para mí en específico, la campaña pasada realmente fue una experiencia muy transformadora.

Pocas cosas en la vida te dan la perspectiva que te puede dar una campaña política. Definitivamente me marcó y soy una persona muy diferente a la que era antes, porque evidencié la verdadera necesidad y los desafíos constantes a los que se enfrenta la población. Eso me ha hecho vivir un agradecimiento profundo, dejé de quejarme y entendí lo privilegiados que algunos somos.

¿Cuál es la parte más grata de ser la esposa de un candidato a la Presidencia?

Todas las personas que he conocido y todos los hogares que nos han abierto la puerta.

¿Y cuál es la parte más difícil?

El sacrificio de tiempo, especialmente porque tengo dos hijos pequeños. Una campaña es un periodo que, aunque parezca corto, a veces es muy intenso y todos los días son muy importantes. Ausentarme de mi casa o de eventos importantes de mis hijos creo que es una de las cosas más difíciles.

Otra cosa muy difícil y creo que nadie te prepara para eso son los ataques constantes. Hoy se ha perdido el respeto y las personas no tienen miedo a herir verbalmente a los demás, lo cual crea un ambiente hostil que evita que personas buenas quieran ingresar a la política que es lo que Panamá necesita.

En una reciente entrevista usted compartió que le gustaría cambiarle el nombre al Despacho de la Primera Dama. ¿Qué nombre le colocaría y qué cambios implicaría?

Yo no estoy de acuerdo con que la primera dama gestione ningún proyecto y mucho menos tenga un presupuesto, ya que para eso existen ministerios y secretarías oficiales que pueden encargarse de dichas obras. Mi posición es que la primera dama no necesita un despacho para aportar en el país.

Me gusta el modelo que tienen otros países donde la primera dama realmente trabaja en darle perfil a ciertas causas que no se les da la importancia que se les debería dar, como los temas relacionados a la mujer, la salud mental, la primera infancia, entre muchísimas otras causas. Realmente, yo creo que puedo hacer mucho por Panamá sin que le cueste un centavo [al gobierno].

De llegar a ser primera dama, ¿qué planes tiene para Panamá?

Lo más importante para mí va a ser que a Rómulo nunca se le olvide por qué quiso ser presidente, y ese va a ser mi principal trabajo diario.

Me enfocaría en la mujer y su empoderamiento, reconociendo sus distintas necesidades y roles. Sin embargo, no podemos hablar de empoderamiento sin hablar de la salud sexual y reproductiva al igual que los derechos de la mujer. Nadie nace sabiendo cómo funciona su cuerpo, así que es una deuda que tenemos en Panamá porque podría solucionar la problemática de los embarazos adolescentes en el país.

Es también importante brindar una red de apoyo que permita que la población femenina progrese y tenga la habilidad de avanzar en su vida, aun cuando es madre.

Otro tema interesante es la primera infancia. En Panamá existen planes y hojas de ruta sobre este escenario, pero se necesita hacer el trabajo correctamente.

¿Cuál considera Vicky es uno de sus defectos?

Cuando Rómulo me dice algo, mi primer instinto es ser muy reactiva. Quizá puedo trabajar más en escuchar.

¿Qué opina de la minería a cielo abierto?

El tema de la minería es un asunto en el que mi posición realmente coincide con la de Rómulo: ya existe un fallo de la Corte y creo que en este momento lo más importante es respetar dicho fallo y proceder con el cierre ordenado de la mina, asegurando el menor impacto ambiental y el menor costo económico para Panamá.

Para nosotros, realmente lo más importante son esas 40.000 familias que van a quedar en la calle. Creo que esa debe ser la prioridad del próximo gobierno: asegurarse de que esas personas desempleadas reciban el apoyo necesario para poder encontrar un nuevo empleo.

¿Por qué cree que su esposo sería la mejor elección para tomar las riendas del país?

Rómulo es el candidato con la mejor preparación, experiencia, trayectoria, liderazgo y energía para ser el mejor presidente de Panamá. No vive de la política, y es el único que realmente puede tomar las decisiones difíciles para resolver los problemas del país.

Ha demostrado voluntad donde otros han fallado y creo que es crucial enfocarse en la capacidad de un presidente, más que en su carisma. Los panameños, especialmente los jóvenes que votan por primera vez, deben informarse sobre el rol del presidente y qué cualidades son necesarias para desempeñar ese cargo. No hay nadie con la capacidad de Rómulo para ser presidente de Panamá.

Si pudiese darle tres deseos a Panamá, ¿cuáles serían?

Una educación de calidad, igualdad de género, oportunidades para las mujeres y un Panamá feliz.

Me imagino un Panamá con educación de calidad, un sistema de salud avanzado en el que los panameños no tengan que escoger si comprar medicamentos, comida o útiles”.
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